Proyecto

Los videojuegos se están utilizando en ámbitos muy diversos. En educación, para que los estudiantes adquieran competencias de una cierta asignatura. En contextos sanitarios, se usan videojuegos, por ejemplo, para llevar a cabo una rehabilitación de una forma más eficiente debido a la motivación que despierta en el paciente, o se usan juegos serios para aprender un cierto protocolo sanitario. Dentro del mundo empresarial, hoy en día, las empresas tienden a evaluar las llamadas “soft skills”. La soft skills o habilidades sociales es un término utilizado en la psicología organizacional relacionado con el cociente de inteligencia emocional, y que se refiere al conjunto de rasgos de personalidad, habilidades sociales, comunicación, lenguaje, hábitos personales, amistad y optimismo que caracteriza a las relaciones con otras personas, incluyendo el sentido común y una actitud flexible positiva. Algunos juegos se crean y/o utilizan para potenciar dichas habilidades o, incluso, para evaluar si una persona tiene y en qué grado una habilidad concreta; también se usan videojuegos para entrenarlas.

Existen muchos más ámbitos donde se están utilizando los videojuegos con el fin de obtener unos ciertos objetivos, sin embargo, se desconoce si esas aplicaciones han sido desarrolladas con un control de calidad que asegure que dichos objetivos se cumplen. Por lo tanto, es poco viable que los recursos hayan sido desarrollados bajo una supervisión adecuada que respalde su correcto funcionamiento y el logro de los objetivos para los que fueron construidos.

Este proyecto tiene el propósito de crear una Red de especialistas tendientes a estructurar un proceso de desarrollo multicultural de videojuegos para apoyar el crecimiento y la mejora de la industria del videojuego en ámbitos Iberoamericanos.